Aiko El Grupo en Monterrey: una noche de punk, amistad y catarsis

Aiko El Grupo en Monterrey: una noche de punk, amistad y catarsis

Hace apenas unas semanas, uno de mis mejores amigos me mandó un link: “Tienes que escuchar esto, son una banda muy buena punk de España y vienen a Metapatio pronto”. Le di play y fue como un golpe en el pecho. Así descubrí a Aiko El Grupo. No pasó mucho para que me aprendiera los coros, los gritara en el coche y empezara a compartirlos con todos. Y sin darme cuenta, ya tenía boletos para verlas en vivo por primera vez en Monterrey, el pasado viernes 7 de noviembre.

Tuve la fortuna de platicar con ellas un día antes del show a través de una videollamada que grabamos para un episodio de Momentozz (pronto lo van a poder ver). Me contaron lo emocionadas que estaban por tocar en México, por conocer a su público acá. No exageraban: esa noche, lo sentí en cada acorde. En cada sonrisa. En la energía con la que se movían sobre el escenario.

Desde que se publicó el cartel, en redes no dejaron de etiquetar a Estalactitas, una banda local de punk que no solo es fan de Aiko, sino que conecta con ese mismo espíritu ruidoso y honesto. La conexión fue tan natural que terminaron siendo la banda invitada. Y qué bueno. Estalactitas ambientó perfecto: encendieron al público desde la primera canción y prepararon la noche como si hubieran nacido para eso.

Tocaron clásicos como “A mí ya no me iba mal de antes”, y mi favorita del nuevo sencillo, “A la Mierda”, una canción que se siente como gritarle al espejo pero también abrazarte después. El público lo cantó todo. Brincó, sudó, se quebró.

Pero el momento más especial fue cuando Aiko invitó a las chicas de Estalactitas a subirse al escenario para cantar una canción juntas. Gritos, abrazos, distorsión y comunidad. Esa fue la palabra clave de la noche: comunidad. Porque lo que pasó ahí no fue solo un concierto. Fue un espacio seguro. Un ritual punk donde se podía ser vulnerable, enojadx, románticx, libre.

Y cuando el show terminó, fans rodearon a las chicas para tomarse fotos, darles abrazos, decirles gracias. Porque eso fue lo que todas y todos sentimos: agradecimiento.

Gracias, Aiko, por este primer show en Monterrey. Ojalá regresen pronto. La próxima vez, estoy seguro de que será en un escenario aún más grande. Porque esto apenas comienza.