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¿Por qué los artistas venden su catálogo musical?


¿Por qué los artistas venden su catálogo musical?

Catálogos millonarios, derechos de autor y la nueva fiebre de oro musical


En los últimos años hemos visto una tendencia curiosa pero cada vez más común: artistas vendiendo su música. Y no hablamos de subirla a Spotify, sino de vender los derechos de sus canciones por cantidades millonarias. Pero… ¿Por qué los artistas venden su catálogo musical? ¿Qué significa vender tu catálogo? ¿Y qué puede aprender un artista independiente de todo esto?


Vamos por partes.



Deadmau5 Vendió su catalogo musical
Deadmau5 Vendió su catalogo musical por más de $55 millones de dólares.


Primero lo primero: ¿qué derechos tiene una canción?


Cuando haces una canción, en realidad estás creando dos cosas distintas:

  • La grabación (el máster): es la grabación final que suena en plataformas como Spotify.

  • La composición: son la letra y la música en papel o en un demo.


Aunque tú seas la misma persona que compuso, grabó y cantó la canción, estos dos derechos pueden pertenecer a personas diferentes. Por ejemplo, es común que un sello discográfico sea dueño del máster y que tú (o tu editorial) tengas los derechos de composición.


Y sí, los dos generan regalías. Muchas.


Pero… ¿qué es un catálogo musical?


Cuando hablamos de “vender tu catálogo”, nos referimos a un conjunto de canciones que un artista o compositor ha escrito o grabado a lo largo del tiempo. Es decir, tu catálogo es toda tu música registrada, tanto composiciones como grabaciones.


Puede incluir:

  • Canciones lanzadas oficialmente

  • Demos y grabaciones no publicadas (si están registradas)

  • Obras que has co-escrito con otros


Piensa en tu catálogo como tu portafolio musical. Mientras más éxitos tenga (o potencial de uso en medios), más valor puede tener para una editorial o fondo de inversión.


¿Y por qué alguien vendería su catalogo?


Buena pregunta. Hay varias razones, y todas tienen que ver con dinero, estrategia y futuro. Aquí van las más comunes:


  • Dinero inmediato: en vez de esperar años para recibir regalías poco a poco, vendes todo de una vez y te llevas una suma grande al instante.

  • Planeación a largo plazo: algunos artistas lo ven como una herencia: asegurar el futuro económico de su familia ahora.

  • Optimización fiscal: en Estados Unidos, vender un catálogo puede implicar pagar menos impuestos que recibir regalías por años.

  • Paz mental: algunos simplemente prefieren enfocarse en lo nuevo y dejar que otros se encarguen del negocio viejo.


¿Quién compra estas canciones?


Aquí es donde se pone interesante. Existen empresas especializadas como Recognition, que se dedican exclusivamente a comprar catálogos de canciones exitosas. Para ellos, una canción es como una propiedad o acción en la bolsa: puede rentar, generar ingresos constantes y aumentar su valor.


Además, hay plataformas como RoyaltyExchange y otras similares donde puedes comprar un pedacito de una canción famosa (sí, como si invirtieras en la canción de Trouble de Coldplay en vez de la empresa Apple). Esto ha creado una nueva industria de inversión musical, donde la propiedad intelectual es el activo más preciado.


¿Y quiénes han vendido su música?


Aunque suene como algo que solo harían artistas retirados, cada vez más músicos —de todas las edades— están vendiendo sus catálogos. Aquí algunos ejemplos que lo han hecho por cifras impresionantes:


  • Bob Dylan vendió todo su catálogo de composición a Universal por más de 300 millones de dólares.

  • Shakira vendió los derechos de sus composiciones a Hipgnosis, incluyendo hits como Hips Don’t Lie.

  • Justin Timberlake hizo lo mismo, vendiendo su catálogo por alrededor de 100 millones.

  • Neil Young vendió el 50% de su catálogo por unos 150 millones.

  • Imagine Dragons también vendieron sus derechos de publicación a Concord.

  • Dr. Dre cerró un acuerdo por aproximadamente 200 millones, incluyendo derechos de compositor y productor.


¡Y eso no es todo! Hay artistas jóvenes que están empezando a vender solo una parte de sus derechos para tener dinero ahora sin perder el control total de sus obras.


¿Y esto también pasa en México?


No exactamente. En países como Estados Unidos o Gran Bretaña, los artistas pueden vender legalmente sus derechos de autor porque las leyes lo permiten. Pero en México, Europa Continental y America Latina, las cosas funcionan distinto: la Ley Federal del Derecho de Autor establece que el autor siempre será el titular del derecho de autor moral, lo quiera o no. Es decir, no puedes vender tu autoría, solo puedes ceder o licenciar los derechos patrimoniales (como reproducción, ejecución, etc.).


Piensa en las editoras musicales como una especie de representante que se encarga de mover tus rolas, ponerlas en series o comerciales, y cobrar por ti. A cambio, se llevan una comisión. Pero tranqui: en México la ley dice que tú siempre serás el dueño de tus canciones, nadie te las puede quitar.


En otros países como Estados Unidos, si no lees bien el contrato, sí podrían quedarse con parte (o todo) de tus derechos. Lo que significa que la editorial musical puede ser 100% dueño de tus composiciones, como si ellos fuesen los compositores.


Esto significa que aunque en México puedas firmar contratos para permitir el uso comercial de tus obras, tu crédito como autor siempre estará protegido por ley, y nadie podrá adueñarse de él completamente.


¿Y qué significa esto para ti, artista independiente?


Aunque no estés vendiendo tu catálogo por millones (todavía), este movimiento global nos deja una lección muy clara: Tus canciones valen. Y no solo como arte, sino como activos.


Los catálogos musicales se han convertido en una mina de oro. Ya no se trata solo de hacer música increíble, sino de entender qué derechos tienes sobre ella y cómo aprovecharlos al máximo.


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